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Castell del Remei es una bodega centenaria ubicada en una finca histórica de la Denominación de Origen Costers del Segre, donde los primeros vestigios de actividad vinícola se remontan al año 1780.

Es la bodega más antigua de Cataluña en la elaboración y etiquetaje de vinos finos de crianza, y también la primera bodega catalana construida según el modelo tipo bordelés de château rodeado de viñedos.

Se nutre de las uvas procedentes de la finca y de parcelas de viñedos de montaña de la propiedad. Está dirigida por su propietario, el vitivinicultor Tomàs Cusiné, reconocido enólogo y considerado uno de los mejores ensambladores de vinos del pais.

Las características de Castell del Remei como hacienda vinícola son tan interesantes como su larga historia y, juntamente con el valor patrimonial del complejo, completan un conjunto sin parangón en las regiones viticultoras del sur de Europa.

Se emplaza en el término municipal de Penelles, perteneciente a la comarca de La Noguera, en Lleida, a unos 120 km de la ciudad de Barcelona.

La finca, idónea para la producción vinícola, es de clima mediterraneo-continental: amplia oscilación térmica, con inviernos muy fríos y veranos calurosos; baja pluviometría y una humedad media. En esta comarca predominan los vientos del oeste y del noroeste, que se acentúan en primavera. El más preciado es la marinada que, en las calurosas tardes de verano, llega para refrescar la uva. Otra de las singularidades climáticas de la zona son las persistentes nieblas en invierno.

Los suelos de la propiedad son predominantemente Arcilo-calcáreos. Las parcelas de viñedos se sitúan en el lecho del mar interior que ocupaba buena parte de la Depresión Central durante la era Cenozoica y se emplazan en suelos fértiles de composición mayoritariamente aluvial. La bodega dispone de unas 100 hectáreas de viñedos en propiedad. El cultivo de la mayor parte de la viña (80%) tiene lugar en viñedos de las montañas cercanas al Castell, a una altitud (entre 700 y 800 metros), sobre suelos de textura franca (franco limoso o franco arcilloso) con abundante presencia de gravas, las cuales permiten un buen drenaje.

En cuanto a la composición varietal, incluye las viñas autóctonas (garnacha, tempranillo, cariñena, trepat, malvasía y macabeo) a las que se sumaron en su momento las de origen francés que Castell del Remei introdujo en la península en el siglo XIX (cabernet sauvignon, syrah, chardonnay, sauvignon blanco).

La edad media de las cepas supera los 25 años y las viñas están conducidas en emparrado, de acuerdo con el sistema de doble cordón (Royat Doble), con una densidad de plantación de entre 4.000 y 5.000 plantas/hectárea.

Las instalaciones originales de la bodega comprenden una superficie total de 5.500 m2 y están distribuidas en seis naves adosadas, construidas sobre piedra, con una estructura de hierro forjado y muros de hasta 100 cm de ancho.

Actualmente, las estancias destinadas a la crianza alojan aproximadamente 1.000 barricas (de roble francés y americano, al 50%), mientras que la zona de vinificación está equipada con depósitos de acero inoxidable termorregulados, prensas neumáticas y otras herramientas técnicas de última generación que permiten elaborar anualmente más de un millón de botellas de vino.

Castell del Remei hace una gestión ecológica y sostenible de la viña. Además, se minimizan los tratamientos para favorecer el desarrollo vegetativo de las cepas.

En este sentido, cabe destacar que en Castell del Remei se promueve la investigación en los ámbitos de la viticultura y la enología en una apuesta clara por la ecología y por la innovación.