El merlot es una uva tinta que muchos elaboradores utilizan por su amabilidad y frutalidad, lo que los hace atractivos para el público. Aunque se cultiva en todo el mundo y ofrece vinos correctos en muchos lugares, no se debe subestimar su carácter, ya que el Château Petrus, uno de los vinos más valorados del mundo, se elabora principalmente con uvas merlot.
Camins del Priorat Tinto 2022
Pasotismo Tinto 2022
Les Alcusses Tinto 2020
Otazu Premium Cuvée 2020
Pago de Carraovejas Crianza 2022
Martúe Tinto Roble 2020
Melini Granaio Chianti Classico 2019
Desde finales del siglo XVIII, la merlot se ha convertido en una cepa importante en Pomerol y Saint-Émilion, y sigue siendo la uva predominante en la ribera derecha de Burdeos, donde supera en importancia al cabernet franc y al cabernet sauvignon. En el Médoc, la merlot aporta amabilidad y frutalidad a la austera cabernet sauvignon. Los suelos arcillosos cerca de Libourne proporcionan estructura a los vinos de merlot, haciéndolos jugosos y aterciopelados.
En Italia, la merlot tiene un carácter similar. Aunque es la uva bordelesa que produce los vinos más redondos, su clima mediterráneo en algunas zonas la hace ideal. Se cultiva ampliamente en numerosas regiones italianas, incluido el Véneto, donde es la uva tinta internacional más destacada en términos de cantidad.
Los vinos de merlot pueden ser ligeros y jugosos, pero también nobles y medianamente longevos. Los vinos norteamericanos son maduros y redondos, con aromas de cerezas negras e higos, mientras que en Burdeos se dice que huelen a pastel de navidad, especias y trufas. Los climas cálidos producen aromas más maduros del merlot, mientras que los climas más fríos o las regiones donde no se acumulan azúcares suelen tener tonos vegetales o balsámicos. La mayoría son vinos afrutados, jugosos y aterciopelados, siendo uno de sus puntos fuertes. Muchos merlots se elaboran para el consumo temprano, pero también se pueden encontrar vinos italianos o estadounidenses con la tan anhelada estructura bordelesa.