El racimo despalillado pasará a depósitos de acero inoxidable para hacer la fermentación alcohólica seguida de la maloláctica. Una vez finalizada, el vino terminará su redondeamiento en barricas nuevas y usadas de roble francés (grano fino y tostado medio) durante mínimo seis meses.
Es entonces cuando se embotella, y durante 6 meses se termina de domar para ofrecernos su máximo esplendor.