Este es un Verdejo fermentado en barrica con una producción limitada que es simplemente espectacular. Lo que lo distingue es el maravilloso equilibrio logrado entre la fruta y la barrica, lo que invita a tomar una copa tras otra. Además, su longitud y persistencia son impresionantes en comparación con otros vinos de su misma variedad.
Todo gran proyecto tiene una gran historia detrás. Como la de Barcolobo. El comienzo de esta bodega se remonta a 1920, aunque no fue hasta 2001 cuando empezó a tomar forma. Después de una serie de plagas que echaron a perder los viñedos a principio del milenio pasado, la ilusión de una familia por tener un lugar donde compartir tiempo y momentos juntos les llevó, en 1971, hasta Finca La Rinconada.
Años después, ya en 2001, se decidió cumplir el viejo sueño familiar de recuperar la tradición vitivinícola que hubo en aquellas tierras. Y así fue como se reconvirtieron las parcelas más idóneas en viñedos y se rehabilitó un antiguo almacén de grano, que hoy alberga las instalaciones de la bodega.